La medalla de San Benito

Las medallas, cruces, rosarios, estatuas, pinturas y otros artículos religiosos se han utilizado durante mucho tiempo como un medio para fomentar y expresar nuestra devoción religiosa a Dios y a los santos. Los iconos, o imágenes pintadas de Cristo y de los santos, son especialmente populares entre los cristianos orientales como ayuda a la piedad y la devoción cristianas. Por lo tanto, el uso de cualquier artículo religioso tiene como finalidad recordarnos a Dios y despertar en nosotros una buena disposición y un deseo de servir a Dios y a nuestro prójimo. Con este entendimiento, rechazamos cualquier uso de artículos religiosos como si fueran meros amuletos o tuvieran algún poder mágico para traernos buena suerte o mejor salud. Esa no es la actitud cristiana.

Origen de la medalla de San Benito

Para los primeros cristianos, la cruz era un símbolo y una insignia favoritos de su fe en Cristo. Por los escritos de San Gregorio Magno (540-604), sabemos que San Benito tenía una profunda fe en la Cruz y obraba milagros con la señal de la cruz. Esta fe y especial devoción a la Cruz se transmitió a las siguientes generaciones de benedictinos. La devoción a la Cruz de Cristo también dio lugar a la acuñación de medallas que llevaban la imagen de San Benito sosteniendo una cruz en alto en su mano derecha y su Regla para Monasterios en la otra mano. Por lo tanto, la Cruz siempre ha estado estrechamente asociada a la Medalla de San Benito, a la que a menudo se hace referencia como la Medalla-Cruz de San Benito.

Con el tiempo, se hicieron otras adiciones, como la petición latina en el margen de la medalla, pidiendo que, por la presencia de San Benito, seamos fortalecidos en la hora de la muerte, como se explicará más adelante.

No sabemos con exactitud cuándo se acuñó la primera medalla de San Benito. En algún momento de la historia, se colocó una serie de letras mayúsculas alrededor de la gran figura de la cruz en el reverso de la medalla. Durante mucho tiempo se desconoció el significado de estas letras, pero en 1647 se encontró en la abadía de Metten, en Baviera, un manuscrito que databa de 1415 y que explicaba las letras. Son las letras iniciales de una oración latina de exorcismo contra Satanás, como se explicará a continuación.

La medalla del Jubileo de Montecassino

Las características anteriores se incorporaron finalmente a una medalla de nuevo diseño acuñada en 1880 bajo la supervisión de los monjes de Montecassino, Italia, para conmemorar el 1400 aniversario del nacimiento de San Benito. El diseño de esta medalla fue realizado en la archabadía de San Martín, Beuron, Alemania, a petición del prior de Montecassino, el Muy Rev. Bonifacio Krug OSB (1838-1909). El prior Bonifacio fue originalmente monje de la archabadía de San Vicente, Latrobe, Pensilvania, hasta que fue elegido prior y, más tarde, archabate de Montecassino. Desde entonces, la Medalla del Jubileo de 1880 ha demostrado ser más popular en todo el mundo cristiano que cualquier otra medalla jamás acuñada en honor de San Benito.

Descripción de la Medalla del Jubileo

Dado que la Medalla del Jubileo de 1880 tiene todas las características importantes jamás asociadas a la Medalla de San Benito, la siguiente descripción de esta medalla puede servir para aclarar la naturaleza y la intención de cualquier medalla de San Benito, sea cual sea su forma o diseño legítimo.

En el anverso de la medalla está la imagen de San Benito. En su mano derecha sostiene la cruz, el símbolo cristiano de la salvación. La cruz nos recuerda la celosa labor de los monjes y monjas benedictinos que evangelizaron y civilizaron Inglaterra y Europa, especialmente entre los siglos VI y IX/X.

En la mano izquierda de San Benito está suRegla para Monasterios que bien podría resumirse en las palabras del Prólogo que nos exhortan a «caminar por los caminos de Dios, con el Evangelio como nuestra guía».

En un pedestal a la derecha de San Benito está la copa envenenada, que se hizo añicos cuando hizo la señal de la cruz sobre ella. En un pedestal a la izquierda hay un cuervo a punto de llevarse una hogaza de pan envenenado que un enemigo celoso había enviado a San Benito.

Sobre la copa y el cuervo están las palabras latinas: Crux s. patris Benedicti (La Cruz de nuestro santo padre Benito).

En el margen de la medalla, rodeando la figura de Benito, están las palabras latinas:Eius in obitu nostro praesentia muniamur! (¡Que seamos fortalecidos por su presencia en la hora de nuestra muerte!). Los benedictinos siempre han considerado a San Benito como un patrono especial de una muerte feliz. Él mismo murió en la capilla de Montecassino mientras estaba de pie con los brazos levantados hacia el cielo, sostenido por los hermanos del monasterio, poco después de que San Benito recibiera la Sagrada Comunión.

Debajo de Benito leemos: ex SM Casino MDCCCLXXX (de la santa Monte Cassino, 1880). Esta es la medalla acuñada para conmemorar el 1400 aniversario del nacimiento de San Benito.

En el reverso de la medalla, la cruz es dominante. En los brazos de la cruz están las letras iniciales de una oración latina rítmica: Crux sacra sit mihi lux! Nunquam draco sit mihi dux! (¡Que la santa cruz sea mi luz! ¡Que el dragón nunca sea mi guía!).

En los ángulos de la cruz, las letras C S P B significanCrux Sancti Patris Benedicti(La cruz de nuestro santo padre Benito).

Por encima de la cruz está la palabrapax (paz), que ha sido un lema benedictino durante siglos.

Alrededor del margen del reverso de la medalla, las letras V R S N S M V – S M Q L I V B son las letras iniciales, como se ha mencionado anteriormente, de una oración latina de exorcismo contra Satanás: Vade retro Satana! Nunquam suade mihi vana! Sunt mala quae libas. Ipse venena bibas! (¡Apártate, Satanás! ¡Nunca me tientes con tus vanidades! Lo que me ofreces es malvado. ¡Bebe tú mismo el veneno!)

Uso de la medalla

No hay una forma especial prescrita para llevar la Medalla de San Benito. Se puede llevar en una cadena alrededor del cuello, unida al rosario, guardada en el bolsillo o en el bolso, o colocada en el coche o en casa. Algunos de los fieles suelen poner la medalla en los cimientos de las casas y edificios, en las paredes de los graneros y cobertizos, o en el lugar de trabajo. El propósito de usar la medalla en cualquiera de las formas anteriores es invocar la bendición y la protección de Dios sobre nosotros, dondequiera que estemos, y sobre nuestros hogares y posesiones, especialmente a través de la intercesión de San Benito. Mediante el uso consciente y devoto de la medalla, ésta se convierte, por así decirlo, en una oración silenciosa constante y en un recordatorio de nuestra dignidad como seguidores de Cristo.

La medalla es una oración de exorcismo contra Satanás, una oración para obtener fuerza en tiempo de tentación, una oración por la paz entre nosotros y entre las naciones del mundo, una oración para que la Cruz de Cristo sea nuestra luz y guía, una oración de firme rechazo de todo lo que es malo, una oración de petición para que con valentía cristiana «caminemos por los caminos de Dios, con el Evangelio como nuestra guía», como nos exhorta San Benito.

Podemos tener una experiencia espiritual provechosa si nos tomamos el tiempo de estudiar la serie de inscripciones y representaciones que se encuentran en las dos caras de la medalla. Las lecciones que allí se encuentran pueden ser ponderadas una y otra vez para traer verdadera paz mental y de corazón a nuestras vidas mientras luchamos por superar las debilidades de nuestra naturaleza humana y darnos cuenta de que nuestra condición humana no es perfecta, pero que con la ayuda de Dios y la intercesión de los santos nuestra condición puede mejorar.

La Medalla de San Benito puede servir como un recordatorio constante de la necesidad de que tomemos nuestra cruz diariamente y «sigamos al verdadero Rey, Cristo nuestro Señor», y así aprendamos «a participar en su reino celestial», como nos exhorta San Benito en el Prólogo de su Regla.

Por un rescripto de la Sagrada Congregación de Religiosos (4 de mayo de 1965), los Oblatos laicos de San Benito están autorizados a llevar la Medalla de San Benito en lugar del pequeño escapulario de tela negra que antes se llevaba. Por un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos (6 de marzo de 1959), se permite dar la Bendición de San Mauro sobre los enfermos con una Medalla de San Benito en lugar de con una reliquia de la Verdadera Cruz, ya que esta última es difícil de obtener.

Bendición de la medalla de San Benito

Las medallas de San Benito son sacramentales que pueden ser bendecidas legítimamente por cualquier sacerdote o diácono, no necesariamente un benedictino (Instr., 26 de septiembre de 1964; Can. 1168). Se puede utilizar la siguiente forma inglesa.

• Nuestro auxilio está en el nombre del Señor.
• Que hizo el cielo y la tierra.

En el nombre de Dios Padre + todopoderoso, que hizo el cielo y la tierra, los mares y todo lo que hay en ellos, yo exorcizo estas medallas contra el poder y los ataques del maligno. Que todos los que usen estas medallas devotamente sean bendecidos con la salud del alma y del cuerpo. En el nombre del Padre + todopoderoso, del Hijo + Jesucristo nuestro Señor, y del Espíritu + Santo el Paráclito, y en el amor del mismo Señor Jesucristo que vendrá en el último día a juzgar a los vivos y a los muertos, y al mundo por el fuego.

Amén.

Oremos.

Dios todopoderoso, fuente ilimitada de todas las cosas buenas, te pedimos humildemente que, por la intercesión de San Benito, derrames tus bendiciones + sobre estas medallas. Que aquellos que las usen devotamente y se esfuercen sinceramente por realizar buenas obras sean bendecidos por ti con la salud del alma y del cuerpo, la gracia de una vida santa y la remisión del castigo temporal debido al pecado. Que también, con la ayuda de tu amor misericordioso, resistan la tentación del maligno y se esfuercen por ejercer la verdadera caridad y la justicia hacia todos, para que un día puedan aparecer sin pecado y santos ante tus ojos. Esto te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén.

El clérigo rocía entonces las medallas con agua bendita.

Permissu superiorum. Nihil obstat e Imprimatur, 24 de abril de 1980.

Adquirir una medalla de San Benito

La mayoría de los monasterios benedictinos venden medallas en su tienda de regalos o en la portería. Puede encontrar un monasterio cerca de usted en nuestra página del Atlas. Alternativamente, puede pedir una medalla en uno de los siguientes lugares:

Las auténticas medallas benedictinas de estilo beuronés (Monte Cassino, 1880) están disponibles desde 1926 en una amplia variedad de tamaños y materiales en Saint John’s Abbey o en su Liturgical Press, Collegeville, MN 56321.

JMJ Totally Catholic yCatholic Supply son distribuidores minoristas que ofrecen en línea una amplia selección de derivaciones modernas como rosarios y crucifijos «benedictinos» que presentan la Medalla de San Benito como componente.

Germoglio, Via L. Manzoni, 82, I-31015 Conegliano (TV), Italia, es un productor mayorista de cruces y medallas de San Benito de alta calidad. Germoglio fue la primera empresa en Italia en producir y comercializar al mundo la ahora conocida medalla-cruz de San Benito.

Obras de fundición de Vexilla Regis, Colorado, EE.UU., es una fundición a pequeña escala y de gestión familiar que se centra en el metal y la madera, artículos religiosos hechos a mano, con varios modelos del Crucifijo de San Benito. El maestro de la fundición, Scott Bingham, es un antiguo alumno del famoso fabricante francés Jean-Marc Bancel, cuya fábrica está ahora cerrada.

Bibliografía y recursos web

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