El 6 de junio de 2025, el abad Marianus Bieber de la abadía de Niederaltaich otorgó el Premio Emmanuel Heufelder a Su Beatitud Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, en reconocimiento a su compromiso de décadas con la unidad cristiana. El premio, que lleva el nombre del antiguo abad del monasterio, Emmanuel Heufelder OSB, se entrega a personas que han prestado un servicio destacado en la promoción de las relaciones ecuménicas, especialmente entre las Iglesias católica romana y ortodoxa.

La abadía de Niederaltaich, que forma parte de la Congregación Bávara de la Confederación Benedictina, tiene una conexión particular con esta misión. Fue uno de los primeros monasterios en acoger el llamamiento del Papa Pío XI en 1924, animando a las abadías benedictinas a comprometerse más profundamente con las Iglesias de Oriente. Hoy en día, una parte de la comunidad de Niederaltaich vive y reza según el rito bizantino, encarnando esta vocación ecuménica en la vida monástica diaria.

El patriarca Bartolomé, que ha servido como patriarca ecuménico desde 1991, ha estado durante mucho tiempo a la vanguardia del fomento del diálogo entre Oriente y Occidente. En su discurso de aceptación, habló de la necesidad perdurable de paciencia, oración y amistad en la búsqueda de la unidad cristiana, valores que se alinean estrechamente con la visión del abad Heufelder y el trabajo continuo de los monjes de Niederaltaich.

La ceremonia, celebrada en Múnich, atrajo a representantes de círculos ortodoxos, católicos y ecuménicos, reforzando el compromiso compartido de superar las divisiones históricas entre las iglesias. Para los benedictinos, tales encuentros reflejan una tradición de contribuir a conversaciones significativas entre las tradiciones cristianas.

Al honrar al patriarca Bartolomé con el Premio Emmanuel Heufelder, la abadía de Niederaltaich subrayó el papel continuo de la Confederación Benedictina en la construcción de relaciones respetuosas y duraderas con las Iglesias de Oriente, una misión que comenzó hace un siglo y que se mantiene hoy en monasterios, aulas y amistades.