El acceso a la Iglesia de Sant’Anselmo siempre se ha caracterizado por una sobria dignidad. Un discreto camino de entrada se abre a un pórtico con una fuente central y, a un lado, la estatua de bronce de san Anselmo, obra del escultor suizo A. Wider, de Widnau. Este sereno conjunto arquitectónico, desde hace mucho familiar tanto a visitantes como a residentes, cobró nuevo protagonismo este otoño cuando la comunidad completó la instalación de una nueva fuente pocos días antes de la Santa Misa presidida por el Papa León XIV para el 125 aniversario de la dedicación de la iglesia.

El proyecto tuvo su origen en agosto de 2019, cuando los trabajos necesarios de deshumidificación en el muro de la biblioteca exigieron retirar la fuente antigua. Esta llevaba tiempo con fugas y ya no podía repararse. El Padre Markus Muff OSB, Director Europeo de Desarrollo de Sant’Anselmo, propuso reemplazarla por una nueva estructura. Los preparativos comenzaron con la restauración del sistema de drenaje bajo el claustro. A finales de ese mismo año se encargó a Brunella Marmi la elaboración de la nueva fuente, que se completó en 2020 y se mantuvo en reserva mientras se resolvían cuestiones técnicas.

El avance del proyecto se ralentizó mientras la comunidad buscaba una solución hidráulica fiable. A lo largo de los años se consultaron diversas empresas, pero ninguna pudo ofrecer un sistema que cumpliera con los requisitos del lugar. También quedaba sin resolver la cuestión de dónde ubicar los equipos técnicos. El avance decisivo llegó en 2024 con la construcción de una nueva rampa de accesibilidad, que creó un espacio adecuado debajo para albergar la maquinaria necesaria.

Con este obstáculo superado, en 2025 se tomó la decisión de avanzar. La empresa Pools fue seleccionada para las obras hidráulicas y, a partir de marzo, varias reuniones permitieron precisar las especificaciones técnicas. A finales de septiembre la instalación estaba lista. El 2 de septiembre la fuente se colocó en su sitio con la ayuda del ingeniero Gabriele Felli, y se contrató a una empresa de jardinería para restaurar el césped y los alrededores.

El proyecto fue posible gracias a los esfuerzos conjuntos del Abad Primado Jeremias Schröder, del Padre Markus y también gracias al generoso apoyo de la Fundación Benedict Lucerna. Fundada en 2007 por el Abad Notker Wolf y el propio Padre Markus, la fundación apoya responsabilidades compartidas dentro del mundo benedictino y, en particular, el trabajo del Ateneo benedictino internacional Sant’Anselmo en Roma. La finalización de la fuente, que providencialmente ha coincidido con la visita del Papa, ofrece ahora una renovada bienvenida a todos los que entran en el corazón de la comunidad en el Aventino.