20 noviembre 2025
Para la Dedicación de la Iglesia del 11 de noviembre en Sant’Anselmo, en Roma, el Abad Primado Jeremias Schröder OSB gestionó el préstamo de una escultura contemporánea — el Relicario de Luz — dedicada a Santa Hildegarda de Bingen y creada por el artista austríaco Philipp Schönborn.
La obra formaba parte de una exposición en la iglesia de la comunidad de habla alemana de Santa Maria dell’Anima en Roma. Fue presentada por primera vez en 2012 en la Catedral de Berlín y, en los últimos años, ha viajado por Alemania — Berlín, Naumburgo, Helfta, Quedlinburgo y Passau — antes de su exposición en Santa Maria dell’Anima.
La pieza es un relicario luminoso de un metro de longitud, coronado por un techo de basílica estilizado y con paneles iluminados. Está compuesto por fotografías que Schönborn tomó cuando el relicario original de Santa Hildegarda fue abierto para obras de restauración en la abadía de Santa Hildegarda en Eibingen, junto al Rin. Él mantuvo el lenguaje arquitectónico del reliquiario original y lo tradujo en luz, color y superficie impresa. Los paneles del Relicario de Luz muestran tanto el exterior como el interior del relicario original, ofreciendo una mirada poco habitual.
El lenguaje artístico de Schönborn es reconocido por su gramática visual precisa y por un tratamiento reflexivo del lugar, la memoria y la narración. Su interés artístico por los relicarios se ha desarrollado a lo largo de años de trabajo fotográfico y escultórico. Es hermano del cardenal Schönborn, arzobispo emérito de Viena.
El Abad Primado Jeremias organizó el préstamo a Sant’Anselmo con ocasión de la visita del Papa León XIV a la sede benedictina el 11 de noviembre. Posteriormente, el relicario regresó a Santa Maria dell’Anima para completar el ciclo expositivo allí. A finales de noviembre, el Relicario de Luz volverá a la basílica de Sant’Anselmo y permanecerá allí por un período más largo.
Santa Hildegarda fue declarada Doctora de la Iglesia en 2012. Su presencia simbólica en Sant’Anselmo expresa la esperanza (albergada desde hace tiempo) de establecer en Roma un colegio más permanente para monjas y hermanas. Este proyecto de décadas sufrió un duro golpe en septiembre, cuando las benedictinas que estudian y enseñan en Sant’Anselmo fueron expulsadas repentinamente de su residencia en Roma. Pero “mientras hay vida, hay esperanza”.
El relicario apareció también en la contraportada del folleto litúrgico preparado para el día, permitiendo a los participantes llevar consigo una imagen de la obra más allá de los muros de la basílica.








